martes, 19 de febrero de 2013

VIRTUDES DE LA POBREZA

Las calles de mi ciudad; Rosario de Santa Fe, son proveedoras incansables de poesía delicada. Por ejemplo, la lección encumbrada que me dio el flaquito cuidaautos cuando se enteró que en la cuadra de la vuelta, por Roca entre Cochabamba y Pellegrini, otro también vigilaba automóbiles. Me dijo: - no me molesta amigo, el sol sale para todos - Alto espíritu el del flaco.
Cómo olvidar también a la chiquita vendedora que me ofreció los pañuelos y me dijo que el precio era a voluntad. Yo le pagué y le contesté que debía ponerles un valor fijo porque existía gente miserable en el mundo. Ella tenía mucho más corazón que yo, confiando en la caridad ajena aún ante el filo del hambre.
Yo le compro las estampitas a los pibes de la calle como agradecimiento, por ser ejercitadores de la caridad urbana tantas veces bastardeada.-

1 comentario:

  1. Es muy hermoso. Aún invocando a la pobreza, a la injusticia; después de leerlo te deja un gusto resplandeciente en los huesos.

    0)))

    el Cielo
    se puede ver
    desde cualquier parte
    ............................

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