PEGAN EN EL PALO
Extraño, pero qué extraño el devenir
de las pelotas que pegan en el palo,
de palomas en el borde del nido,
del sueño a orillas de la amargura.
En algún rincón de la ciudad
se esconden los cinco centavos
para completar mi peso.
Infima pestaña en la sopa
que en verdad es una distancia planetaria
una muralla china.
Espejo ineludible de la pestaña
ardua y encarnada en mi alma.
Como una burla del destino
o la borrachera de Cupido
si no les sobra independencia
le excede el afecto a la que no me gusta.
Si no viven en cuentos de príncipes
se atrincheran tras la agenda
tras la eterna despedida de solteras.-
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