martes, 19 de febrero de 2013

ROZANDO LOS GRUPOS

Tarde estática que sobre el patio se condensa.
Como llegué al mundo
fue al borde de los grupos,
el roce outsider ya destellando, ya encarcelando.
El sedimento de las soledades desiguales:
de ciudadano no grato a personalidad ilustre
en pocas semanas.
Yo esperaba algo, pero no mucho más
que dos manos abiertas
en este limbo palpable
de la Divina Comedia.

Caí en los días de la vida
a un costado de cada agrupación.
El lecho rocoso de las almas
tu desabillé en el piso, al fin,
belladonna soledad…
Sus pechos me invitaban a sumergirme
y ahora su cuerpo emerge de mí.
Las curvaturas del espacio…sus curvaturas.
No es idéntica ni totalmente distinta a la muerte.

El ojo embravecido
del otro lado del cristal,
aprendiendo a olvidar
el nombre de algunos enemigos.
Cualquier grupo en cualquier sitio
con mi obsesionario móvil
y un instinto memorable.
Nos une la certeza
de haber llegado a conclusiones similares
en la vida.
Estambul está llena de vida;
el único muerto parezco yo.
Me adentré en las escolleras con desmesura
y a tu corazón, allí…
así como la materia y la energía
le dicen al tiempo y al espacio
hacia dónde ir.-

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