miércoles, 30 de junio de 2021

POESIAS DEL LIBRO "A LA HUMANIDAD LE QUEDAN 600 AÑOS DE VIDA EN EL PLANETA TIERRA" - MATIAS CASTAGNINO














POESIAS DEL LIBRO "A LA HUMANIDAD LE QUEDAN 600 AÑOS DE VIDA EN EL PLANETA TIERRA" - MATIAS CASTAGNINO 


ESTOY INTENTANDO BRINDARLE A MI HIJO (LA CASA INAGOTABLE)

 Estoy buscando y encontrando a medias las claves

para hacerle lo más liviano posible el pasaje a mi hijo

por esta cárcel alienante de la ciudad y del sistema,

lo alienante de la educación formal y del trabajo en

relación de dependencia.

Las luchas diarias para que el sueño de crear y dar mi arte

no se vuelva una pieza de museo, cuando la rutina,

la dispersión y el cansancio nos muerden los talones.

 

Estoy intentando darle a mi hijo mucho de lo que no

recibí de mis padres, ciudándolo de las sombras variadas

como quien contempla el amanecer frente al mar.

Las sombras de la pantalla hipnotizante, las fauces del

aislamiento traidor, las arenas movedizas de un mundo

viejo sin caridad ni filo celestial.

 

Confío en que todos estos movimientos luminosos

hacia el pequeñito y su madre, van a producir más

brillo que ácido, volcándonos también hacia la hueste

de los que trenzamos una conciencia de grupo generadora

del sustento vital y de la casa inagotable.-

 MATIAS CASTAGNINO 

 

REFLEXIONES SOBRE LOS POSTULADOS DE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD DE EINSTEIN

Sobre el campo de gravedad en los cuerpos y la pareja

Postula la Teorìa de la Relatividad: “El tiempo y el espacio son una misma cosa, una estructura flexible llamada “espaciotiempo”. El espacio puede ser curvo. La tierra con su masa curvea el espacio a nuestro alrededor, y este nos empuja contra la silla en la que estamos sentados.

Los cuerpos con masa y energía curvan el espacio y el tiempo a su alrededor. Estas curvaturas cambian la trayectoria de los cuerpos que están en movimiento o en reposo. La curvatura del espacio y del tiempo es la gravedad.

 

Con mi pareja Charo, yo no sè bien quièn de los dos es la estrella con mayor masa que cuerva el espacio con màs fuerza, y quièn el planeta que gira a su alrededor y se ve atraído. De mi parte existe una mayor resistencia a verme arrastrado por sus ritmos, que tienen bastante màs movimiento que los mìos. Lo cual me lleva a pensar que la estrella con màs peso es ella, y yo el planeta liviano girando en su entorno, ya que como lo establece la Relatividad, las masas en movimiento (ella), resultan màs pesadas.

A mayor altura, mas rápido transcurre el tiempo y más se envejece

Las partículas (átomos, moléculas, electrones, etc.) caen en un campo gravitatorio para estar más abajo y vivir más tiempo. Ellas tratan de maximizar su tiempo de vida. Por eso también es que la Tierra gira alrededor del Sol, o que el tiempo transcurre más rápido a menor gravedad, y que una persona que vive en el séptimo piso de un edificio envejece más rápido que el que vive en el primero. Por eso, nuevamente, gracias Charo por atraerme a tu estrella con tu peso…ser mi ancla…darme más vida.

Acerca de la verdadera velocidad y la lentitud del tiempo

La Teorìa de la Relatividad nos enseña que a mayor velocidad màs lento transcurre el tiempo; por lo tanto menos se envejece cuanto màs rápido vamos. La velocidad puede dar juventud. Sòlo basta comparar la aceleración que nos mete la tecnología con el aumento de la expectativa de vida en la población. La cuestión es discernir què es la verdadera velocidad, y cuàndo es que èsta se vuelve un espejo ambicioso de barro destructivo.

¡Cuàntos en nombre de la velocidad se murieron en el camino, sòlo por nombrar a Jim Morrison, Janis Joplin o Brian Jones!

Y por el contrario, personas que parecen ir lentamente en realidad se desplazan a altísima velocidad; y aquí pondremos como ejemplo al Papa Francisco, que de ser un desconocido sacerdote jesuita, con paso de plomo y sus dos horas diarias de oración llegó al papado. No hay dudas de que la lentitud de la oración nos mueve a velocidades siderales.

Sobre la percepciòn del movimiento y la envidia

También nos dice esta Teorìa que el movimiento sòlo tiene sentido en relación a otros objetos; o sea, gracias a que distinguimos distintas perspectivas vemos el mundo moverse. Es en el movimiento donde està la verdadera definición del espacio y del tiempo. La energía de un objeto es igual al movimiento de su masa. El tiempo depende del observador y de la velocidad a la que èste se mueve. No existe un tiempo absoluto, sino que transcurre de manera distinta para observadores ubicados en distintos sistemas de referencia.

Entonces, sabemos o intuìmos que el movimiento genera vida, y siempre necesitamos referenciarnos en otros para comprobar que nos estamos moviendo, y cuànto. El punto conflictivo se presenta en que muchos no toleran el movimiento ajeno, considerando que ellos no se están desplazando lo suficiente, y pretenden anular esa vitalidad del prójimo para sentir que avanzan. Es lo que se llama envidia, y en el no comprender al Creador gustoso por darle en abundancia a todos los seres, es que limitan ellos mismos esos frutos.

MATIAS CASTAGNINO


DESHINIBIENDONOS

Hoy hablaremos de las inhibiciones personales:

intrépidas coagulaciones de nuestro adormecimiento

usual…

Estas tránsfugas sabandijas suelen echar raíces por

causas internas y externas. Entre estas últimas nunca

faltan las trabas tecnológicas de los organismos burócratas,

de un Estado o cultura que nos promete la protección que

nunca da, a cambio de sometimiento; de los discos rígidos

que se nos queman.

 

Anquilosadas, calladas y traidoras, las inhibiciones ya son

parte nuestra, como si te dijera: “temor a ir más allá de nuestros

padres”, o “escabullirse de la angustia culpando a los demás

o autoculpándonos”.

Son las humilladoras de las utopías cotidianas vitales, y las

postergaciones son sus hermanas directas.

 

En suma: comparándonos con otros es que tomamos conciencia

de nuestro propio movimiento, y las inhibiciones se

interponen ahí, como el dique turbio a una correntada misteriosa.-

MATIAS CASTAGNINO


TU REPRESION PRIMORDIAL

Tu represión primordial, o sombra básica puede reducirse

a unas pocas palabras que podrás descubrir en un interesante

trabajo de decantación.

Por ejemplo: “temor a ser devorado por tu propia madre o padre”.

O también: “prohibición de hacer el amor con tus padres”;

o tal vez las fantasías que sostienen tu relación con algún objeto.

 

Este tapón fundamental ha sido el responsable de cantidad de

decisiones en tu vida, de las rupturas con tus ex, de frutos luminosos

a fuerza de una presión extraordinaria, y en esta reflexión deseo

detenerme. En muchos de los logros que obtuviste y tanto te costaron,

se filtró un espíritu defensivo, neurótico y obsesivo llamado “aislamiento”.

Este espíritu tuvo por finalidad, mediante la concentración, no permitir

que asocies ideas que pudieron parecerte horrorosas y eran vitales,

y que cortes los lazos sociales…los vínculos libidinales.

 

Y eso no es todo: también bajo la sombra de aquella represión básica

fue que te encargaste de anular al prójimo como un acto reflejo y

preventivo de la fagocitación materna. Anularlo mediante mucha

habla y poco oídos; enterrar su deseo por medio de la distancia.

Las inhibiciones que esa represión produjo siempre implicaron

una detención del movimiento en el sentido amplio. Porque

aún sobrecargándote de actividades, en el fondo estabas frenado.

 

Y así también, dentro de esa neurosis obsesiva pretendiste ofrendarte

al prójimo suponiendo una falta en el otro, falta que mayormente

quizás era tuya.

Al borde de la fobia de contacto, tras las garras del aislamiento callado,

se disemina la entropía de los sistemas cerrados: trinchera y agujero

negro de muerte.-

MATIAS CASTAGNINO 



 

 


viernes, 25 de junio de 2021

POESIA "EL PURGATORIO Y SUS SANTAS ALMAS" - DEL LIBRO "ALGUNAS ANOTACIONES ALREDEDOR DE LA VIDA" - MATIAS CASTAGNINO




 

EL PURGATORIO Y SUS SANTAS ALMAS

(de las entrevistas de Nicky Eltz a la mística María Simma)

 

El Purgatorio es el lugar y condición que toda alma de la

persona fallecida vive cuando todavía necesita expiar y reparar

los pecados que cometió a lo largo de su vida, antes de poder

reunirse con Jesús en el Cielo. Es también un tiempo de espera

en donde las almas ansían llegar a Dios. Este deseo de llegar a

El es su mayor sufrimiento.

La Misericordia de Jesús no desea el sufrimiento del Purgatorio,

pero la justicia lo exige. Habrá que rendir cuentas ante el Señor

incluso de las faltas más pequeñas.

El Purgatorio es la purificación final de los elegidos, la última

etapa de la santificación, y no es una forma del infierno.

 

El tiempo de estadía en el Purgatorio es muy variado:

algunas almas están simplemente media hora, y otras por

el resto del tiempo hasta el último día. El promedio es de

cuarenta años.

Las almas del Purgatorio saben todo de sus familias. Nos ven

todo el tiempo, escuchan cada palabra que hablamos acerca

de ellos y saben exactamente cuáles son nuestros sufrimientos.

Pero no conocen nuestros pensamientos. Sólo Jesús y María conocen

lo que pensamos. Observan sus propios

funerales y reconocen a los falsos deudos de los que verdaderamente

rezan por ellos. Como quien parado en la cima de una colina

tiene mayor visibilidad que quien se encuentra en el valle,

pueden predecir las consecuencias de las acciones humanas,

aunque sin ser infalibles. Por sí solas no pueden purificarse:

necesitan de nuestras oraciones, misas, caridad a los mortales,

y suelen dar señales en sueños o con profundo gozo a los vivos,

de cuándo llegan finalmente al Cielo.

 

Ningún alma del Purgatorio desea regresar aquí a la tierra,

porque logran una noción de Dios mucho más clara que

la nuestra. Dios no pone a las almas en el Purgatorio; son

ellas mismas quienes desean purificarse antes de reunirse con

Dios.

Las almas del Purgatorio son pacientes y quieren sufrir porque

saben que a través del sufrimiento expían y enmiendan sus faltas.

Ellas padecen espiritualmente más y a veces mucho más que

nosotros, pero nuestros sufrimientos en la tierra, a pesar de

ser menos severos, valen muchísimo más para borrar nuestros

pecados, que aquellos en el Purgatorio. Si tu comodidad

hizo sufrir a otras personas acá en la tierra, deberás trabajar mucho

en el Purgatorio, y el cansancio será mayor allí.

 

El Purgatorio tiene tres niveles principales. En los niveles más

bajos Satanás todavía puede atacar impunemente a las almas,

mientras que ya no puede hacerlo en los niveles más altos. Se

nos pone a prueba mientras estamos acá en la tierra, y la prueba

cesa cuando morimos, pero las almas en el tercer nivel, que es el

más profundo del Purgatorio, primero deben sufrir por los pecados

que cometieron antes de que nuestra oración, misas y buenas

obras puedan ser beneficiosas para ellas. Igualmente nuestras

oraciones pueden evitar que el enemigo infernal ataque a las

almas de los niveles bajos, especialmente pidiéndole a San

Miguel arcángel.

 

Las Santas Almas del Purgatorio se arrepienten de las

oportunidades que dejaron pasar para hacer buenas acciones

para Dios y para su prójimo, y pueden ver los buenos frutos

que hubieran resultado. Al morir perdemos la oportunidad de

realizar buenas obras. Si el alma del Purgatorio por la que

ofrecemos oraciones ya llegó al Cielo, la Virgen María se

encarga de distribuirlas a otras almas que más las necesiten.

 

Las queridas almas del Purgatorio nunca dirán ni harán nada

negativo a sus familias. Siempre brindarán ayuda, protección,

reparación…Adelantemos el largo sufrimiento del Purgatorio

con ciertos sacrificios más breves en la tierra, ofrecidos a Dios.-

MATIAS CASTAGNINO

NARRACION ORAL "LA ROSA DEL DESIERTO" - DEL LIBRO "ESCRITOS DE LA GESTACION DE MI HIJO" - MATIAS CASTAGNINO



LA ROSA DEL DESIERTO (NARRACION ORAL)

Cuenta la historia que hace algunos años, el viajante Erdogàn fue enviado en una misión, desde un extraño lugar del espacio, a una región del planeta Tierra llamada “Pantano Triangular Sur”. Quien lo envió fue un viejo amigo suyo de nombre “Luz Mayor”, y esta misión consistìa en la difícil tarea de encontrar algo muy pero muy valioso: la Rosa del desierto (Narrador toca la armònica).

Fue entonces que Luz Mayor le escribió en un papel las instrucciones a seguir para encontrar la Rosa. (Narrador saca un papel de su bolsillo y lo lee)

“Querido Erdogàn: después de tantos años esperando por la realización de esta gran misión, de la que sos protagonista, tengo el gusto de enviarte con la esperanza de que la cumplas. Como lo vengo haciendo desde que tengo memoria, con tus pares, debo recordarte que la meta es encontrar la Rosa del Desierto y que tenès que estar muy despierto, porque existen múltiples desvíos y trampas antes de llegar a ella; y por su condición de ocultamiento. Recordà que la Rosa està y desaparece; cambia de aspecto constantemente; tiene bellos pètalos y aroma, pero también espinas. Porque eso es lo que ocurre con esta flor: la tenès y la perdès, para después volver a encontrarla; te deja su aroma y desaparece como una brisa suave de primavera. Erdogàn, tenè presente que todos los que te encuentres, de alguna manera también están buscando la rosa (aunque no lo sepan), porque ella es múltiple y puede estar en muchos lugares a la vez.

Te dejo un gran abrazo, y aunque hayamos perdido comunicación yo te observo siempre desde el Jardìn Resplandeciente. Tu amigo Luz Mayor. Ah, me olvidaba: acordate que la Rosa y yo somos socios desde hace muchiiiisimo tiempo”

 

Asì fue que el viajante Erdogàn emprendió vuelo en su nave interestelar y se llevò en el bolsillo las instrucciones de su amigo Luz Mayor para encontrar la Rosa y devolverla al lugar de donde èl había venido, y donde también vivía Luz Mayor. Ese lugar se llamaba el Jardìn Resplandeciente. Descendiendo por el túnel galáctico aterrizò…mejor dicho se estrellò sobre una terraza del Pantano Triangular.

(Narrador toca la armònica).

Sin salir de su asombro, el viajero Erdogàn bajò de esa terraza y salió a recorrer las calles de la ciudad pantano, preguntandosè una y otra vez sobre las recomendaciones que Luz Mayor le había dado en la nota. ¿Cuàles serán las múltiples trampas para encontrar la Rosa?; ¿còmo es posible que la Rosa aparezca y desaparezca?, se preguntaba…

-Entonces voy a tener que agarrarla muy fuerte y guardarla bien tapada en un frasco, para que no se me escape- pensaba mientras comìa un alfajor galáctico.

Y en eso que estaba pensando, de arriba de un árbol se le apareció un enorme orangután.

-¿Què hace usted por acà?- le preguntò el mono sorprendido.

-Yo estoy buscando a la Rosa del Desierto ¿Y usted quièn es?

-¿La Rosa del Desierto? ¿Pero què clase de rosa es? – dijo el mono.

-No sè amigo, eso es lo que me encargaron – respondió Erdogàn

-Bueno, vea, no creo que en este pantano sombrìo pueda usted encontrar nada parecido a una rosa, porque acà lo que más abunda son esos jóvenes descarriados que no se han sabido adaptar a las reglas del pantano Mire: ellos no son gente como uno, y a usted este lugar no le conviene. Yo debo irme rápido porque en…(el orangután mira su reloj) quince minutos empieza la promoción de seis bananas (el orangután marca el número con los dedos) al precio de una en el shopping, pero recuerde: este lugar no es para usted – le contestò el orangután.

Y asì, sin màs comentarios y sin saludar, el orangután urbano siguió su camino rumbo al shopping, dejando confundido a Erdogàn (Narrador toca la armònica).

¡Què raro es todo acà!, se decía Erdogàn entre sorbo y sorbo de jugo interestelar, sentado en el banco de una plaza inundada. Y mientras reflexionaba, vio acercarse algo que parecía un titiritero de cristal (Narrador mueve los dedos como un marionetista), y una aspiradora con una pantalla y un tubo (Narrador hace gesto de aspiración con manos y onomatopeya).

-Disculpen, buenos hombres…estoy perdido en este pantano ¿Podrìan indicarme què camino debo seguir para encontrar la Rosa del Desierto?

-¿La Rosa del Desierto?, preguntò la Aspiradora… -Ah, sì, esa rosa huidiza y rebelde. Yo soy la Aspiradora Satelital y mi trabajo en este Pantano consiste en aspirar del tiempo y del espacio a los habitantes, por medio de mi pantalla, así sea por unos pocos minutos. En una época tuve a la Rosa como amiga y compartíamos tiempo, pero luego ella me aburrió y la abandoné, porque el trabajo de aspiración que hago para mi jefe, el Titiritero de Cristal (lo señala), es más importante.

La última vez que la vi estaba en el umbral de una casona abandonada, al final de esa calle.

 

Fue entonces que el titiritero de cristal dio su opinión acerca de la Rosa y dijo:

-A mì nunca me interesò la Rosa. Siempre preferí el Totem dorado. Yo muevo los hilos para hacer mis negocios, acà en el pantano y en otros pantanos también. Yo presto dinero por tres y cobro por dosmil tres. Juntos a mis amigos, jugamos en la ruleta del Totem dorado y le rendimos culto y pleitesía, calificando a los pantanos con la mala nota que se merecen. 

Aparte, yo mando y muevo a esta aspiradora satelital con mis hilos negros, para que controle y espíe a toda la gente que pueda en los pantanos, y me reporten mayores ganancias.

Y así se retiraron los dos, continuando su camino.

 

(Narrador toca la armònica)

 

Sin perder ni un minuto, Erdogán pegó un salto desde el banco de aquella plaza en donde estaba sentado y se entusiasmó. Emprendió camino por la calle que le había indicado la Aspiradora, hasta que divisó la vieja casona abandonada. Y allí, en el umbral de la casona, la vio a lo lejos: resplandeciente, roja intensa, con un aroma penetrante que llegaba hasta su nariz. ¡Era la Rosa del Desierto!

El corazón de Erdogàn comenzó a latir tan fuerte que el chaleco espacial se le separaba del pecho y no sabìa si reír o llorar: toc, toc, toc, toc, toc, le latìa (narrador hace gesto con la mano y onomatopeya).

Sin pensarlo ni un solo minuto, tomò carrera, se abalanzò sobre la Rosa y la arrancó de raíz guardandolá bien tapada en un frasco de vidrio.

-¡Què suerte, pero què suerte que tuve de encontrar esta hermosa Rosa! gritò; -ahora voy a poder regresar al Jardín Resplandeciente con la misión cumplida, y Luz Mayor va a estar orgulloso de mì!, y arrancò la Rosa de raíz, guardándola bien tapada en un frasco de vidrio.

Regresando a su nave interestelar, mientras hacìa planes a futuro imaginando en què lugar del Jardìn Resplandeciente plantarìa la Rosa, decidió acostarse a descansar debajo de un árbol, con la Rosa a su lado. Y no pasaron dos horas de su sueño, cuando despertó y la Rosa…la Rosa ya no estaba; había desaparecido.

-¿Pero còmo pudo haber sido posible esto, si la dejè bien guardada?- se preguntaba; - ¡justo a mì me tuvo que pasar!, y llorò…llorò amargamente.

La tarde caìa y al cabo de un largo rato, decepcionado y sin saber què hacer, vio a lo lejos acercarse por el aire algo que parecía una luz, una luz incandescente y de brillo intenso: era una vieja luciérnaga danzarina y alegre.

-¿Què le anda pasando, mi buen amigo, que se lo ve tan triste?, le preguntò la luciérnaga.

-¿Còmo dice?

-Que què le anda pasando con tanta tristeza…

-Pasa que me desapareció algo muy valioso que tenía guardado ¿Y usted quièn es?

-Eh…Soy una “luciérnaga telescopical”, y estaba yendo rumbo a un ensayo con mi grupo de amigos, eh…¿pero què es lo que se le perdió?

-Vengo de un Jardìn Resplandeciente y se me termina de perder la Rosa del Desierto.

-¡Ah…!, la Rosa –exclamò la sabia luciérnaga; -la querida, perfumada y dulce Rosa…¡pero sì, hombre!, ¡hubiera empezado por ahì…! Yo le voy a hacer un gran regalo para que, cada vez que usted pierda la Rosa aquí en el Pantano Triangular, pueda recuperarla y guardarla en su corazón hasta que se encariñe y ya no la pierda nunca más.

Pero hay algo que usted debe saber: no va a poder volver al bello Jardìn de donde viene hasta que no haya aprendido todas las lecciones que debe usted aprender en este Pantano Triangular Sur, de la gente que vive aquí.

Y asì fue que la sabia luciérnaga sacò de su bolso un colorido y despreocupado “Pájaro pez tijera” (Narrador hace al pájaro con las manos y onomatopeya), para que Erdogàn lo alimentara y cuidara, y este pajarito buscaba la Rosa, volando con sus alas brillosas y escamadas, y le devolvía la Rosa cada vez que la perdía.

Erdogán regaba y cuidaba de la Rosa día y noche, hasta que un buen dìa, cuando Erdogàn aprendiò todas las lecciones en el Pantano Triangular, pudo finalmente volver a su Jardìn con la Rosa de Desierto.-

 

LA MUERTE - HAY UNA ÚLTIMA BATALLA CON EL MALIGNO - MATIAS CASTAGNINO


 

LA MUERTE - HAY UNA ÚLTIMA BATALLA CON EL MALIGNO

¿Y cuáles son los conflictos que aparecen en el pasaje? 

Hay signos de que se entabla una lucha, aun estando presente familiares que lo van a escoltar hasta su próxima vida.

Esto muy poca gente lo habla, en algunos casos por miedo y en algunos otros casos porque consideran fantasioso todo el proceso.

Pero un capuchino del siglo XVII, Fr. Martin von Cochem, escribió un libro sobre las cuatro últimas cosas: muerte, juicio, infierno y cielo, los novísimos.

Y allí habla de que en el lecho de muerte se produce un asalto del maligno sobre el moribundo.

Curiosamente Dios le da el poder para atacarnos.

Pero no con el objetivo de nuestra perdición, si no para hacer funcionar totalmente y al final, nuestro libre albedrío.

Antes de expirar el cristiano tiene que demostrar que nada lo hace abandonar a Dios.

Entonces el maligno lo ataca haciéndole recordar los pecados que cometió, las cosas malas que le hicieron y los malos recuerdos.

E incluso lo tienta con pecados a los que siempre se resistió.

San Gregorio dice sobre este momento, que los espíritus malignos nos recordarán todo el daño que nos han hecho y nos recordarán los pecados que hemos cometido por su instigación.

Y se esforzarán para descubrir algo pecaminoso por lo cual acusarnos.

Es un asalto que el moribundo experimenta en momentos en que esta física y mentalmente debilitado.

Y esta es una opinión de varios padres de la iglesia qué dicen que antes de expirar cada ser humano ve al enemigo.

San Cirilo le escribe a San Agustín, contándole lo que hoy llamamos su experiencia cercana a la muerte, donde murió y revivió, y le dice que multitud de demonios se acercaron a él y le reprochaban las malas acciones que había cometido, tratando de llevarlo a la desesperación.

Pero dice que habría cedido ante ellos si Dios no hubiera acudido en su ayuda.

Esto significa que hay un ataque final del maligno en el lecho de muerte, pero que podemos superar si pedimos auxilio al Señor, a la Santísima Virgen, a San José y a nuestro Ángel de la Guarda.

 

¿Y no debemos prepararnos entonces para esta instancia?

 

La enseñanza que nos deja esto es que debemos estar preparados para la hora de la muerte, pensando que estaremos debilitados espiritual y físicamente en ese momento.

Debemos fortalecernos defensivamente contra los vicios y nuestros apegos al pecado, mediante la oración, la confesión y la penitencia previamente.

Es importante estar asistidos también por las oraciones de nuestras familias y amigos, y por la unción de un sacerdote.

En definitiva la enseñanza que nos debe dejar esto es que debemos prepararnos de antemano para la muerte, sabiendo que probablemente experimentemos un último asalto del maligno, porque esta será su última oportunidad con nosotros.

Dios quiere que pasemos la eternidad con Él y quiere que nuestro encuentro con Él sea lo antes posible.

Y cómo en el cielo entra solamente lo santo y puro, es este último asalto del maligno lo que puede sellar nuestra pureza, o condenarnos al purgatorio por un tiempo, o incluso perdernos definitivamente.- 

(Del sitio "Foros de la Virgen María")  

viernes, 18 de junio de 2021

LIBRO: "LA CURA PSICOLOGICA DE LA NEUROSIS DE IRINEO CROPOSKY (SUS AUTOANALISIS Y TERAPIAS)" - MATIAS CASTAGNINO

 


Mi impotencia psíquica e inhibiciones por la falta de unidad de la corriente cariñosa y sensual de la libido

Mi neurosis se ha desencadenado por la incapacidad de unificar la corriente cariñosa y sensual de mi libido ya desde niño, tanto hacia mujeres como en los grupos. Es por esto que generé esta disociación en mi vida erótica, tal como la enunció Freud: “si amé a una mujer, no la deseé; y si la deseé, no pude amarla”.

A la incapacidad para generar dichas corrientes libidinales, la ocasionó en mí, primero mi padre con su abandono desde mi nacimiento, y luego mi madre con su narcisismo marcado, posicionándose en la figura de una mujer líder inaccesible sentimentalmente, tal como también lo fue mi abuela.

Los bloqueos de mi libido cuando yo buscaba volcarla en mi mamá, produjo que yo la retrajera sobre mí en una parte (generando mi narcisismo), y que otra parte la volcara sobre otros objetos de amor inanimados, y sobre mis fantasías.

Una de las manifestaciones actuales de dicha retracción libidinal sobre mi yo es la posición de sujeto supuesto saber, que interpongo ante el prójimo, bloqueando una buena interacción. Esto me perjudica claramente en todos los vínculos, y es la causa del fracaso de mis cortejos ante mujeres, de mi liderazgo en grupos en los que lo pretendí (por ejemplo mis bandas de rock), y de mi inseguridad como hombre ante las parejas que tuve. A toda mujer que me acerqué sentimentalmente, terminé degradándola por mi incapacidad de amarlas, y situarme en una posición de superioridad como “sabiondo” ha sido uno de los tantos medios de degradación, como así también la anulación de sus deseos y ciertas hostilidades.

 

La falta de profundidad en los lazos afectivos

La falta de generación de profundidad en mis lazos afectivos, con la consecuente continuidad, fue producto de sostener en un nivel muy inconciente y velado la angustia por el desprecio paterno hacia mí. Esta falta de profundidad ocurrió ya desde mi primer infancia con mis compañeros del jardín, de la primaria, de la secundaria, los amigos del barrio en mi adolescencia, con mis diferentes compañeros de trabajo, mis novias y hasta con mi propia mamá y papá en mi grupo familiar.

Yo sentía que el vínculo se agotaba con mis amigos si los veía muy seguido: caía mi entusiasmo y me aburría; no encontraba ni imaginaba nada nuevo para compartir. Mi madre no estimulaba ni siquiera una continuidad mensual para recibir amigos en mi casa, ni para ir yo de visita. Es por esto que me faltó crear el sentimiento de afecto frecuente y duradero con amigos, sin tener tampoco primos cercanos, ni amigos en mi propia cuadra.

Es probable que en mis temores actuales exista una conexión directa con los miedos que viví durante mis primeros cuatro años, en los que padecí el abandono de mi padre, quizás mezclado al temor de sus acercamientos violentos. Las noches sin la presencia de un hombre que nos protegiera a mi familia y a mí, sin dudas generó temores en mi alma. Como reflejo de aquellas sombras, el sentimiento principal es el miedo a no poder sobrevivir por ser yo débil. Este mismo miedo se manifiesta ahora en mi adultez con determinadas obligaciones que debo yo asumir y no lo hago bien del todo. Por ejemplo, no habiendo sabido convivir con Sofía pudiendo criar a mi hijo más íntegramente. O ejerciendo mi trabajo con más responsabilidad y compromiso.

Ante la angustia y síntomas actuales producto del alejamiento de mi hijo y su mamá de mí por la mudanza que realizaron, aquellos viejos temores arrastrados toda mi vida se hicieron más presentes, por transcurrir días enteros sin ver a mi hijo por primera vez en cinco años desde que nació. Así es que frente a la situación irreversible de la separación con Sofía, y a pesar del régimen de visitas diarias pero que no resisto cumplir los siete días de la semana, la solución para subsanar la mayor soledad que siento pasa por:

1)   Generar una red de relaciones sociales frecuentes con amigas, amigos y familiares, con los que poder compartir encuentros, llamadas telefónicas, etc., apuntando a formar una pareja estable.

 

2)   Crear arte y ciencia, invirtiendo en la calidad de lo creado, la difusión, etc.

 

Tanto mi mamá como mi abuela me enseñaron que el mejor camino para que fluya la libido, conservar la lucidez y estados de ánimo sanos, es diversificar los vínculos sociales, siendo generoso, entre otras cosas. A tal punto fue eficaz ese estilo de vida en ellas, que jamás en mi vida las vi deprimidas a ninguna de las dos.

En cuanto al vínculo de pareja, que yo considero sustancial en mi vida, es claro que para lograrlo en forma estable debo desarticular identificaciones y fantasmas que mantengo con mi madre. Por ejemplo, un primer paso lo di eficazmente al frenar las identificaciones con los viajes de mi madre, que mantuve durante nueve años, destinando el dinero, tiempo y energía a ampliar mi hogar para tener un hijo. Esto me permitió cancelar un viaje a New York y otro ofrecimiento para ir a Miami, terminar la obra de ampliación, e inmediatamente conocer a Sofía y seducirla con mi casa ya ampliada; con dormitorio, estudios y terraza para un futuro hijo. Lamentablemente, la instancia de la convivencia y finalidad de dicho hogar no funcionó, justamente por ese Complejo de Edipo nocivo con mi madre, al que yo hoy me esfuerzo por desarticular, entre otras causas.

Así, sostengo también un narcisismo malo producto de retraer mi libido, como consecuencia de la crianza autosuficiente y exigente de mi madre, como así también anulo el deseo del otro e impido la circulación del falo, por la misma razón. Y también ese narcisismo se generó por los rechazos de mi madre para volcar mi libido en ella, sin hacerlo cariñosamente tampoco ella hacia mí.

Otra de las razones que me imposibilitaron la falta de continuidad en la amistad con compañeros, aparte de los impedimentos generados por mi madre al exigirme labores domésticas, fue cierta toxicidad que se generaba en esos vínculos, por la sola frecuencia. Esto me ocurre al día de hoy, y no sólo con amigos, sino también con mis hermanos, madre, etc. La solución para superar este obstáculo es ejercitar la cercanía y lejanía con estas relaciones, trascendiendo dicha toxicidad.

 

Sobre mis esfuerzos por ponerle fe a lo que ya no funciona / Mi posición fálica hacia mi padre / El temor por la desprotección paterna

Es una característica general en mi vida el hecho de ponerle fe a vínculos humanos y actividades que compruebo que ya no funcionan, y esto como identificación con la paciencia y reincidencias que mi mamá tuvo hacia mi padre biológico, hasta comprobar que era imposible cambiar sus miserias y que no le quedaba otra alternativa más que cortar vínculos definitivamente con él.

Históricamente existió en mí una identificación con la posición fálica de la obligación de cargar con el peso de ayudar a mi papá a salir del alcoholismo y a que asuma su rol paterno. A esta posición me identifiqué en la relación con mis vínculos y amigos, y por evitarla, terminé cortando o distanciando mi interacción con ellos. Y también, aparte de esta postura fálica, asumí la posición a la que pretendió reducirme mi padre con sus actitudes, de ser el “niño despreciable que no vale la pena criar”, por lo que no tomé la suficiente iniciativa con mis relaciones afectivas, ni tampoco la permití cuando mis afectos intentaban generarla conmigo. Por ejemplo, me he negado a invitaciones como andar en kayak, que me ha hecho mi hermano Abelardo; o a almuerzos que me propuso mi hermana Dafne o mi amigo Ciro. O he sido indiferente ante regalos de amigos (como el CD de los Beatles que me regaló mi amigo Carlos); o sin acceder a invitaciones de salidas, como la que me hizo Natalia, mi compañera de la secundaria; o todas las propuestas similares de cada una de mis novias.

Las dos conductas fundamentales que me llevaron a mi aislamiento y soledad actual fueron:

 

1)   Asumir la posición de "Irineo, el niño despreciado por su padre, que no puede integrarse”

 

2)    Irineo, el niño autosuficiente que no necesita de nadie, porque así me crió mi mamá, contando con su enorme apoyo.

Paralelamente, existió en mí desde niño un temor profundo por el sentimiento de desprotección paterna que siempre tuve, resultando insuficiente para mí el apoyo y crianza de mi papá Gustavo y de mi mamá. Dicho miedo estuvo siempre en mí y claramente fue traumático, sumado a muchos descuidos que mi madre tuvo hacia mí, y a excesivas obligaciones familiares para las que no siempre contaba con los medios. Por ejemplo al enviarnos solos en colectivo al Rowing Club junto a mi hermana Dafne y mis dos hermanos menores, Manuel y Abelardo, siendo todos muy pequeños, cargando con el peso de los bolsos, caminando los cuatro hasta las paradas de dichos colectivos, exponiéndonos a cruzar calles peligrosas, teniendo yo que asistir a mis hermanos en bañarse en el club, y todas las responsabilidades del cuidado de mis hermanos que recaían sobre mi hermana mayor y sobre mí, que éramos los más grandes, pero con apenas doce y cotorce años, respectivamente; teniendo mis hermanos menores cuatro y siete años. Todo esto ante la ausencia de mi madre y de mi padre.

A este temor a la desprotección también lo padecí en un caso de amenazas de un compañero de otra escuela, en las clases de Educación Física, que estuvo a punto de golpearme, cuando yo tenía once años, sin contarle a mis padres esta situación. O lo sufrí ante situaciones problemáticas que mi madre no evitaba por mí, como enviarme solo a hockey en colectivo perdiéndome en el centro de mi ciudad siendo un niño; o ser el último en copiar las “tareas” del pizarrón a mi cuaderno al final de clases, quedándome solo en el aula, y a sabiendas de mi mamá (que para colmo estaba cerca por ser la Directora de la escuela).

En la actualidad, aquel temor al desamparo se manifestó en la suma de carencias y errores que cometí con todas mis parejas, expresándose como punto culminante con Sofía y mi hijo, en toda la experiencia fallida de la compra y ampliación del hogar familiar que les proveí durante tres años, produciendo históricamente mi falta de aptitud para convivir en familia. Dicho “punto límite” acarreó un desencadenamiento psicosomático de trastorno de ansiedad y punzadas en mi pecho, con una correspondencia entre zonas de destrucción en la imagen del cuerpo y zonas de destrucción en la estructura familiar (tanto por medio de mi padre biológico, como de mi madre). Por lo tanto, una similitud entre los agujeros de la realidad y la falta del Nombre del Padre, o su carencia.