martes, 19 de febrero de 2013

HIJADEPUTECES

En mi ciudad la comisaría Sub Veintidós
recluta pibes de las secundarias
para vender droga
y que ni se les ocurra abrir la boca.
Si hace falta
el empresario narco es el que aporta el dinero
a los abogados
para liberar su séquito de distribuidores.

Tan cerca de mi hogar
en la Universidad Nacional
en las mesas de exámenes de música
reprueban a los fonoaudiólogos
o estudiantes con trayectoria
por temor los docentes
a perder el puesto en el escalafón
con los concursos.

Al sur del sur
bares que cobran a los grupos musicales
por entretener al público.
Todo pies para arriba
este es el mundo que tenemos…
el heredado, pero el que hacemos.

Ni hablar de los hijos del rigor urbanos
que están construyendo el edificio
a un lado del pasillo
y le arrojan los escombros
y agrietan las paredes,
Ellos que sólo reaccionan con la carta documento,
o de los condenadores de medio pelo
que se quejan del trabajo
que deben inventar los limpiavidrios cuidaautos
honor a la creatividad, milagro en la pobreza.-

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