PRÓLOGO
Por Laureano Matías Asoli, Rosario, Noviembre de 2020
Este es un libro con muchos lenguajes reflexivos,
filosóficos, psicoanalíticos, poéticos, narrativos y musicales.
A lo largo
de este libro Matías nos advierte de los peligros que amenazan a la humanidad,
pues la evolución del mundo, los avances de un capitalismo cada vez más atroz y
el individualismo cada día más pronunciado y presente en el ser humano, llevarán
a nuestro planeta a una destrucción total, a una feroz extinción (así como
millones de años atrás se extinguieron los dinosaurios) en al menos 600 años:
“Este barco se va
hundiendo, y la lenta evolución biológica
del hombre, sumada al
desproporcionado desarrollo material
y racional por sobre el
espiritual, el consumo salvaje, la destrucción de la naturaleza, la superación
de la inteligencia artificial por sobre la humana, parecen condenarnos cada día
más al callejón sin salida de nuestra propia extinción”.
Para evitar que esto sea una realidad hay que organizarse
para salvar nuestra humanidad, invertir todas las energías y recursos en apoyar
avances científicos para habitar otros planetas, además de hacer que el mundo
sea cada día más solidario y menos individualista, donde se mida lo micro para
dar más valor a la vida y donde no rija el actual sistema basado en la
dictadura de los mercados financieros, hacer un mundo nuevo para que la
humanidad no se extinga en 600 años:
“Otras predicciones científicas
establecen que ya casi
no hay retorno en el camino
autodestructivo del hombre,
y que si no se acelera desde ahora
la conquista de nuevos
planetas habitables, invirtiendo
grandes sumas de dinero
y recursos entre todas las naciones;
y si no se desarticula
el sistema mundial de la
“financiarizaciòn”
(o la dictadura de los mercados financieros),
reorganizando esos recursos
económicos,
si esto no sucede ya mismo, toda la
especie
humana se extinguirá en muy poco
tiempo”.
Además da su punto de vista sobre la teoría de la
relatividad de Einstein, reflexiona Matías que al ir más rápido envejecemos
menos ya que el tiempo corre más despacio, es decir la vida va más lenta y nos
mantenemos jóvenes:
“La Teoría de la Relatividad nos
enseña que a mayor velocidad más lento transcurre el tiempo; por lo tanto menos
se envejece cuanto más rápido vamos. La velocidad puede dar juventud. Sólo
basta comparar la aceleración que nos mete la tecnología con el aumento de la
expectativa de vida en la población. La cuestión es discernir qué es la
verdadera velocidad, y cuándo es que ésta se vuelve un espejo ambicioso de
barro destructivo”.
A la vez Matías muestra una fuerte influencia del
psicoanálisis freudiano, temas tales como la represión, la prohibición, la
neurosis, el yo, el ello, el superyó, los sueños, la conciencia, el
inconsciente, el aislamiento, el falo, el fantasma fundamental psicológico,
etc., están presentes a lo largo del libro y sirven como punto de análisis
familiar, personal y social.
También encontramos en esta obra un
término vinculado a la filosofía marxista, nos referimos a la alienación, dicha
alienación a la que nos lleva el sistema y sus instituciones (“bloque estático de alienación al sistema”)
, esa alienación de la que en ratos de ocio el hombre intenta despojarse y
despegarse, refugiándose en alguna distracción, en algo que sea una cura y un
relajamiento que sirva como salvación y oxígeno para el alma. En este sentido
Matías se refugia en el arte, en la creación, en la música, que durante el
descanso de las jornadas laborales le sirve como refugio y oxígeno para su
vida; es para él una salida y una
liberación de esa cárcel y laberinto alienante de la ciudad y del propio
sistema:
“Todo el tiempo creativo nocturno
fue el vuelo por mantener
con oxígeno mi vida, y al día de hoy
me resta horas de sueño,
con un sopor que me ataca a la hora
del almuerzo, cuando
descanso en la jornada de trabajo.
Esta creatividad es mi pequeña utopía cotidiana de que mi obra llegue a la
mayor cantidad de gente posible, y de lograr salir de la cárcel laberinto de mi
ciudad natal, junto a mi familia”.
El talento
y la creatividad de Matías parece ser una cuestión de genes, muestra de ello es
la serie de poemas titulada: “Cinco
Poesías que me dedicó mí Madre durante mi Infancia”, escrito por Roxana
Itatí Latorre, madre de Matías Castanigno. Estas poesías son de una belleza y
de una sensibilidad que solo una madre puede demostrar hacia su hijo, realmente
son versos paridos desde el corazón y es
acertado que salgan a la luz en este libro porque la sensibilidad de Matías fue
de alguna forma transmitida por su madre desde que fue niño, ese es el origen
del vuelo poético que Matías Castagnino expande por los aires y rincones de
este libro, en su lírica, su narrativa y sus canciones que de modo alguno
descienden de las poesías escritas por su madre:
“Dibujo mil caballos
para mi hijo
y él cabalga
sin montura ni miedo.
Invento mil historias
y él se integra
de la mano de un duende
al mundo nuevo”.
Ese niño
que desde los ojos de su madre se integró de la mano de un duende al nuevo
mundo, ese niño que desde los ojos spinetteados de su madre fue un bálsamo
hermoso para curar todos los males del mundo, hoy ya no es niño y está
integrado a este nuevo y viejo mundo y desde su sensibilidad de Niño que Crece
nos regala versos maravillosos como:
“La llovizna cubre en un velo de
niebla
calles vacías de entonces.
Los primeros cantos de la mañana dan
sus aves
sin saber, indiferentes”.
Y como:
“Ventanal entreabierto de tarde
lluviosa…gris. Permanece gris.
Los violines silban melodías desde
una orquesta comprimida
sobre el roble del anaquel; llenan
el aire con gotas de cristal
acompasadas, que explotan y luego
son iglúes…Transparencia
flotante en la alfombra líquida;
moviéndose hasta estallar con
estrellas, soles, asteroides en
colisión”.
Están
todos invitados a leer el nuevo libro de Matías Castagnino bajo silbidos de
violines que embellecen un mundo que habrá que reinventar para que no se extinga
en tan solo 600 años.-
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