LA MUERTE - HAY UNA ÚLTIMA BATALLA CON EL MALIGNO
¿Y cuáles son los
conflictos que aparecen en el pasaje?
Hay signos de que
se entabla una lucha, aun estando presente familiares que lo van a escoltar
hasta su próxima vida.
Esto muy poca
gente lo habla, en algunos casos por miedo y en algunos otros casos porque
consideran fantasioso todo el proceso.
Pero un capuchino
del siglo XVII, Fr. Martin von Cochem, escribió un libro sobre las cuatro
últimas cosas: muerte, juicio, infierno y cielo, los novísimos.
Y allí habla de
que en el lecho de muerte se produce un asalto del maligno sobre el moribundo.
Curiosamente Dios
le da el poder para atacarnos.
Pero no con el objetivo
de nuestra perdición, si no para hacer funcionar totalmente y al final, nuestro
libre albedrío.
Antes de expirar
el cristiano tiene que demostrar que nada lo hace abandonar a Dios.
Entonces el
maligno lo ataca haciéndole recordar los pecados que cometió, las cosas malas
que le hicieron y los malos recuerdos.
E incluso lo
tienta con pecados a los que siempre se resistió.
San Gregorio dice
sobre este momento, que los espíritus malignos nos recordarán todo el daño que
nos han hecho y nos recordarán los pecados que hemos cometido por su
instigación.
Y se esforzarán
para descubrir algo pecaminoso por lo cual acusarnos.
Es un asalto que
el moribundo experimenta en momentos en que esta física y mentalmente
debilitado.
Y esta es una
opinión de varios padres de la iglesia qué dicen que antes de expirar cada ser
humano ve al enemigo.
San Cirilo le
escribe a San Agustín, contándole lo que hoy llamamos su experiencia cercana a
la muerte, donde murió y revivió, y le dice que multitud de demonios se
acercaron a él y le reprochaban las malas acciones que había cometido, tratando
de llevarlo a la desesperación.
Pero dice que
habría cedido ante ellos si Dios no hubiera acudido en su ayuda.
Esto significa que
hay un ataque final del maligno en el lecho de muerte, pero que podemos superar
si pedimos auxilio al Señor, a la Santísima Virgen, a San José y a nuestro
Ángel de la Guarda.
¿Y no debemos
prepararnos entonces para esta instancia?
La enseñanza que
nos deja esto es que debemos estar preparados para la hora de la muerte,
pensando que estaremos debilitados espiritual y físicamente en ese momento.
Debemos
fortalecernos defensivamente contra los vicios y nuestros apegos al pecado,
mediante la oración, la confesión y la penitencia previamente.
Es importante
estar asistidos también por las oraciones de nuestras familias y amigos, y por
la unción de un sacerdote.
En definitiva la
enseñanza que nos debe dejar esto es que debemos prepararnos de antemano para
la muerte, sabiendo que probablemente experimentemos un último asalto del
maligno, porque esta será su última oportunidad con nosotros.
Dios quiere que
pasemos la eternidad con Él y quiere que nuestro encuentro con Él sea lo antes
posible.
Y cómo en el cielo entra solamente lo santo y puro, es este último asalto del maligno lo que puede sellar nuestra pureza, o condenarnos al purgatorio por un tiempo, o incluso perdernos definitivamente.-
(Del sitio "Foros de la Virgen María")
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