viernes, 25 de junio de 2021

POESIA "EL PURGATORIO Y SUS SANTAS ALMAS" - DEL LIBRO "ALGUNAS ANOTACIONES ALREDEDOR DE LA VIDA" - MATIAS CASTAGNINO




 

EL PURGATORIO Y SUS SANTAS ALMAS

(de las entrevistas de Nicky Eltz a la mística María Simma)

 

El Purgatorio es el lugar y condición que toda alma de la

persona fallecida vive cuando todavía necesita expiar y reparar

los pecados que cometió a lo largo de su vida, antes de poder

reunirse con Jesús en el Cielo. Es también un tiempo de espera

en donde las almas ansían llegar a Dios. Este deseo de llegar a

El es su mayor sufrimiento.

La Misericordia de Jesús no desea el sufrimiento del Purgatorio,

pero la justicia lo exige. Habrá que rendir cuentas ante el Señor

incluso de las faltas más pequeñas.

El Purgatorio es la purificación final de los elegidos, la última

etapa de la santificación, y no es una forma del infierno.

 

El tiempo de estadía en el Purgatorio es muy variado:

algunas almas están simplemente media hora, y otras por

el resto del tiempo hasta el último día. El promedio es de

cuarenta años.

Las almas del Purgatorio saben todo de sus familias. Nos ven

todo el tiempo, escuchan cada palabra que hablamos acerca

de ellos y saben exactamente cuáles son nuestros sufrimientos.

Pero no conocen nuestros pensamientos. Sólo Jesús y María conocen

lo que pensamos. Observan sus propios

funerales y reconocen a los falsos deudos de los que verdaderamente

rezan por ellos. Como quien parado en la cima de una colina

tiene mayor visibilidad que quien se encuentra en el valle,

pueden predecir las consecuencias de las acciones humanas,

aunque sin ser infalibles. Por sí solas no pueden purificarse:

necesitan de nuestras oraciones, misas, caridad a los mortales,

y suelen dar señales en sueños o con profundo gozo a los vivos,

de cuándo llegan finalmente al Cielo.

 

Ningún alma del Purgatorio desea regresar aquí a la tierra,

porque logran una noción de Dios mucho más clara que

la nuestra. Dios no pone a las almas en el Purgatorio; son

ellas mismas quienes desean purificarse antes de reunirse con

Dios.

Las almas del Purgatorio son pacientes y quieren sufrir porque

saben que a través del sufrimiento expían y enmiendan sus faltas.

Ellas padecen espiritualmente más y a veces mucho más que

nosotros, pero nuestros sufrimientos en la tierra, a pesar de

ser menos severos, valen muchísimo más para borrar nuestros

pecados, que aquellos en el Purgatorio. Si tu comodidad

hizo sufrir a otras personas acá en la tierra, deberás trabajar mucho

en el Purgatorio, y el cansancio será mayor allí.

 

El Purgatorio tiene tres niveles principales. En los niveles más

bajos Satanás todavía puede atacar impunemente a las almas,

mientras que ya no puede hacerlo en los niveles más altos. Se

nos pone a prueba mientras estamos acá en la tierra, y la prueba

cesa cuando morimos, pero las almas en el tercer nivel, que es el

más profundo del Purgatorio, primero deben sufrir por los pecados

que cometieron antes de que nuestra oración, misas y buenas

obras puedan ser beneficiosas para ellas. Igualmente nuestras

oraciones pueden evitar que el enemigo infernal ataque a las

almas de los niveles bajos, especialmente pidiéndole a San

Miguel arcángel.

 

Las Santas Almas del Purgatorio se arrepienten de las

oportunidades que dejaron pasar para hacer buenas acciones

para Dios y para su prójimo, y pueden ver los buenos frutos

que hubieran resultado. Al morir perdemos la oportunidad de

realizar buenas obras. Si el alma del Purgatorio por la que

ofrecemos oraciones ya llegó al Cielo, la Virgen María se

encarga de distribuirlas a otras almas que más las necesiten.

 

Las queridas almas del Purgatorio nunca dirán ni harán nada

negativo a sus familias. Siempre brindarán ayuda, protección,

reparación…Adelantemos el largo sufrimiento del Purgatorio

con ciertos sacrificios más breves en la tierra, ofrecidos a Dios.-

MATIAS CASTAGNINO

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