VIRGEN A LOS TREINTA Y CINCO
¿Cómo se sentirá, Dafne,
tu virginidad con treinta y cinco años?
Egoísmo de una zona vedada
el último de tus arcones claudicados
extorsivo preámbulo al matrimonio
o la cereza religiosa como un premio.
¿Cómo indagar los confines de tus abismos
y las piernas cerradas en la mitad de la vida?
Gustavo murió por una tremenda mala praxis médica.
El hijo de perra que lo mantuvo siete días infartado
ahora camina alegremente.
La “Peti” se divorció en España
del gallego que conoció por la red
y es difícil que vuelva.
Adriana se está haciendo mierda de a poco
con las flores de Bach,
el tarot, la medicina ortomolecular
y todos los parches con los que le sacan el dinero.
Y vos humillando al deseo
como la peor de las budistas
virgen a los treinta y cinco.-
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