LIBRO: "LA CURA PSICOLOGICA DE LA NEUROSIS DE IRINEO CROPOSKY (SUS AUTOANALISIS Y TERAPIAS)" MATIAS CASTAGNINO
El
proceso sutil y acumulativo en la formación de algunos síntomas
Determinados síntomas persistentes en la vida del
sujeto neurótico se caracterizan por desarrollarse lenta y sutilmente, en la
medida en la que se acumulan emociones, pensamientos y conductas oscuras, a
veces demasiado fugaces o en apariencia insignificantes. Freud estableció que
la diferencia entre la salud y la neurosis es relativa a la vida pràctica y
depende del grado de goce y de actividad de que la persona es capaz,
reduciéndose a las proporciones que existen entre las cantidades de energía
lilbres y aquellas que se hallan inmovilizadas a consecuencia de la represión
(Lecciòn 28 – “La terapia analítica”)
Yo compruebo en mi vida que la actividad y frutos que
puedo llegar a lograr no dependen necesariamente de un buen estado o momento
psicológico. Por ejemplo, durante el año 2019 obtuve muy buenos frutos en mi
vida, algunos como nunca antes los había logrado, y sin embargo sucedieron en
un período de bastante soledad y falta de goce general. Asì fue como
estabilizamos la separación con Sofìa firmando el Convenio de común acuerdo.
Luego filmè por primera vez un videoclip en Buenos Aires; toquè por primera vez
en vivo en esa ciudad, en pleno centro; realicè una gira en Mar del Plata,
viajè a Còrdoba con mi hijo exponiendo en la Facultad de Lenguas. Todos estos
logros ocurrieron con un trasfondo de mucha soledad en mi vida, incluso sin
lograr conseguir la novia que hace años vengo buscando, ni dar con un
psicoanalista adecuado sino hasta un año después de todo ese período. Creo que
es mucho màs significativa la capacidad de goce que las actividades en sì que
el sujeto realiza, para determinar su sanidad.
La conformaciòn de una pareja estable y un mayor nivel
de sociabilidad general son las dos razones principales por las que comencé la
terapia psicoanalítica. Sin dudas que encontrar una mujer apta que sea mi
compañera es una meta bastante difícil para mì. Pero aun logrando estas dos
metas, no puedo asegurar que mi neurosis quede curada. Evidentemente existen
otras clases de síntomas en mì independientes de esos dos sueños, como la
tendencia a la ansiedad, que debo tambièn desarticular para considerarme
curado.
Sobre
el fracaso de las satisfacciones sustitutivas en la formación del síntoma
La formación del síntoma puede tener las condiciones
previas en el sujeto de:
1)
Abandono del autoerotismo
2)
La eliminación de satisfacciones
sustitutivas, creando una fantasía inconciente con un determinado monto de
investidura y oposición a los requerimientos del yo
En los casos de mis punzadas sintomáticas en el pecho,
siempre existió dicho fracaso de las satisfacciones sustitutivas. Esas punzadas
remiten al trauma inicial de mi vida del abandono de mi padre, y los temores y
angustias que eso produjo, sin haber realizado nunca bien el duelo. Por
ejemplo, la caída del balcón en la obra se produjo paralelamente a un aumento
de mi conflictividad con Sofía, sintiendo previamente yo el dolor de que una
reconciliación con ella estaba cada vez más alejada.
Precisamente a la obra la comencé en el mes de febrero
de dos mil veinte, apenas regresó ella y David del viaje a Mar del Plata, al
que se negó a que yo la acompañe. Durante esas semanas de ausencia yo me sentí
muy solo, ya que fue la primera vez en cinco años desde el nacimiento de
nuestro hijo, que no viajamos juntos y que estuve tanto tiempo distanciado de
él. Yo pretendí hacer funcionar a la ampliación del hogar con el dormitorio
para mi hijo como una satisfacción y consuelo ante un vínculo que se venía
deteriorando más a través de los años con Sofía.
Claramente yo identifiqué la pérdida del objeto de amor
de mi hijo y Sofía con mi padre también perdido en mi infancia, somatizando el
dolor de ver ir deteriorándose el vínculo con mi hijo como consecuencia de no
haber realizado bien el duelo con mi padre, y que esto me afectara inconcientemente.
Diferentes actividades de mi vida han funcionado como
satisfacciones sustitutivas o bases de estabilidad durante décadas (por ejemplo
el arte, la música, la lectura y la escritura, el estudio de la psicología y
los autoanálisis, etc.)
Los síntomas afloran ante situaciones de mucho estrés,
en las que estas actividades no llegan a contenerme. El punto es que las
satisfacciones sustitutivas pueden ser sintomáticas o no. En mi caso lo han
sido cuando busqué compulsivamente músicos o mujeres, esforzándome grandemente
en comprender y luchar contra el trauma no resuelto del desprecio de mi padre
desde que nací. Por eso, para lograr tener una pareja estable, y para generar
proyectos grupales, primero (o paralelamente), debo desarticular dicho trauma,
y realizar plenamente el duelo. Así también, la búsqueda compulsiva de mujeres
funcionó como un rechazo a la castración de mi mamá, de no brindarme el
suficiente cariño que yo esperé, que es el mismo rechazo que Sofía siente hacia
mí, y no termino de aceptarlo del todo. Existe ahí una identificación mía con
los rechazos que recibió mi padre por parte de mi mamá, y lo marginado que
terminó en la vida, pero en su caso justificadamente.
A la vez, el descarte compulsivo y falta de amistad que
yo genero con dichas mujeres esconde una identificación con el desprecio que
tuvo mi papá hacia mi mamá, y un desafío hacia él por los “títulos de virilidad
en mi bolsillo” que no posibilitó para sepultar el Complejo de Edipo.
Consigna
de la psicóloga Margot: “El malestar y angustia por la futura muerte de mi
madre”
Una de las ideas que más malestar me genera en mi vida
es la de encontrarme muy solo a futuro, más de lo que ya estoy ahora.
Lamentablemente yo me encargué de que mis vínculos sociales sean bastante
precarios al día de hoy, sin haber cultivado una mayor continuidad, cercanía,
fluidez, etc.
La angustia que sentí en un encuentro con mi madre, en
un período de bloqueo libidinal mío por la paralización de la obra en un ex
hogar familiar, fue por el sentimiento de desamparo que me vino al pensar que
ella fuera a morirse, y lo desprotegido que quedaría yo, siendo el único
familiar con quien mantengo un vínculo más cercano y amoroso, después de mi
hijo.
También puede angustiarme el dolor de saber que con mi
padre biológico quedó una puerta completamente cerrada en mi vida hacia un
camino de amor, y verla a ella reactualiza en parte ese dolor, siendo un
sufrimiento que en su momento fue compartido por los dos.
El hecho de desarticular los aspectos bloqueados de mi
hombría en general es algo que lo vengo haciendo inconstantemente desde hace
muchos años, con diferentes psicólogos. Y en dos de esas oportunidades fue al
romper el vínculo con mis ex novias Melania y Xiomara.
Entre los aspectos de mi hombría que también necesito
desarrollar, aparte de los vínculos de pareja, se encuentran la obtención de
ingresos económicos paralelos a mi trabajo, mejorar los vínculos con jefes,
amigos, familiares, etc.
El punto fundamental es que yo me puedo imaginar y
tomar decisiones ahora que mi madre vive, para destrabar esa hombría, sin
esperar a que ella muera. En cuanto a un nuevo noviazgo, nada me ata
afectivamente a Sofìa, pero la coyuntura actual de mi vida no es la adecuada
para buscar una nueva mujer, siendo mi hijo muy pequeño, necesitando apoyo en
el habla y desarrollo, y teniendo yo pendiente la finalización de la
regularización de los planos de la ex casa familiar, para poder venderla.
Es claro que el vìnculo que màs me contendría ante una
situación difícil de mi vida sería una pareja estable, lo cual lleva años
generar. Tal como ante los percances y dificultades de la obra, Sofìa no me dio
su apoyo para nada, y mi hijo carece de la madurez como para contenerme, yo
deseo estar preparado con una pareja ante cualquier futura dificultad en mi
vida. La única persona que màs me ayudò con dicha obra fue mi madre.
De
cómo se produjo la desintegración de mi familia ensamblada. Desarticulaciones
de mis mecanismos de soledad
El período de mi vida en la familia ensamblada que
generó mi madre se extendió desde el año 1981 hasta 1998, y fueron los años más
felices de mi existencia. Es por eso que tengo sueños recurrentes (al menos
cuatro al año) con el hogar que habitamos todo ese tiempo, y que recuerdo con
tanto cariño. Evidentemente, siendo los sueños manifestaciones de deseos, es
claro que remiten a aquel período por representar “la patria perdida de la
infancia”, que ya nunca más se recupera. Lamentablemente, a partir de que mi
madre se abocó a su desarrollo profesional, el grupo familiar compuesto por mis
tres hermanos, mi papá y mi mamá, se fue desintegrando paulatinamente, desde el
año 1994 en adelante, cuando mis padres se separaron por primera vez, y yo me
lancé de lleno a mi oficio de artista, con catorce años, creando música y
literatura.
Con la decisión de irme a vivir solo a mis veinte años,
se profundizó un estilo solitario en mi vida, que padezco hasta el día de hoy y
que me lleva a tener una vida social muy empobrecida, tanto a nivel familiar
como de amistades y de pareja. Tan precarios son mis lazos afectivos, que
exceptuando a mi madre no cuento con ningún adulto que pueda asistirme o
contenerme en caso de necesidad, dado que con la madre de mi hijo estamos
separados desde hace cuatro años, mis hermanos mantienen un vínculo distante
hacia mí, y no consigo establecerme con una pareja fija desde hace bastante
tiempo.
Puedo
decir que desarticular los síntomas que conforman esa soledad
nociva,
es la gran meta que persigo con el psicoanálisis, y la cima más alta a la que
llegar a nivel humano. Y a pesar de ser mi hijo el logro más grande que generé,
y de actuar como un desarticulador de mi soledad al sostener nuestro vínculo,
aquellos síntomas siguen perdurando a través de los años. Sin duda que remiten
a los traumas que padecí los primeros cuatro años desde que nací, ocasionados
por la violencia y ausencia de mi padre, siendo el fantasma asumido por mí, de
posicionarme en “Irineo, el despreciado por su papá”, una de las principales
creencias inconcientes que debo vencer.
La
salida del círculo repetitivo de soledad sintomática, y de falta de asistencia
familiar, es generando amistades nuevas y consolidando las viejas.
Matías Castagnino
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