jueves, 16 de diciembre de 2021

LIBRO: "LA CURA PSICOLOGICA DE LA NEUROSIS DE IRINEO CROPOSKY (SUS AUTOANALISIS Y TERAPIAS)" MATIAS CASTAGNINO












 LIBRO: "LA CURA PSICOLOGICA  DE LA  NEUROSIS DE IRINEO  CROPOSKY  (SUS AUTOANALISIS Y TERAPIAS)"   MATIAS CASTAGNINO

El proceso sutil y acumulativo en la formación de algunos síntomas

Determinados síntomas persistentes en la vida del sujeto neurótico se caracterizan por desarrollarse lenta y sutilmente, en la medida en la que se acumulan emociones, pensamientos y conductas oscuras, a veces demasiado fugaces o en apariencia insignificantes. Freud estableció que la diferencia entre la salud y la neurosis es relativa a la vida pràctica y depende del grado de goce y de actividad de que la persona es capaz, reduciéndose a las proporciones que existen entre las cantidades de energía lilbres y aquellas que se hallan inmovilizadas a consecuencia de la represión (Lecciòn 28 – “La terapia analítica”)

Yo compruebo en mi vida que la actividad y frutos que puedo llegar a lograr no dependen necesariamente de un buen estado o momento psicológico. Por ejemplo, durante el año 2019 obtuve muy buenos frutos en mi vida, algunos como nunca antes los había logrado, y sin embargo sucedieron en un período de bastante soledad y falta de goce general. Asì fue como estabilizamos la separación con Sofìa firmando el Convenio de común acuerdo. Luego filmè por primera vez un videoclip en Buenos Aires; toquè por primera vez en vivo en esa ciudad, en pleno centro; realicè una gira en Mar del Plata, viajè a Còrdoba con mi hijo exponiendo en la Facultad de Lenguas. Todos estos logros ocurrieron con un trasfondo de mucha soledad en mi vida, incluso sin lograr conseguir la novia que hace años vengo buscando, ni dar con un psicoanalista adecuado sino hasta un año después de todo ese período. Creo que es mucho màs significativa la capacidad de goce que las actividades en sì que el sujeto realiza, para determinar su sanidad.

La conformaciòn de una pareja estable y un mayor nivel de sociabilidad general son las dos razones principales por las que comencé la terapia psicoanalítica. Sin dudas que encontrar una mujer apta que sea mi compañera es una meta bastante difícil para mì. Pero aun logrando estas dos metas, no puedo asegurar que mi neurosis quede curada. Evidentemente existen otras clases de síntomas en mì independientes de esos dos sueños, como la tendencia a la ansiedad, que debo tambièn desarticular para considerarme curado.


Sobre el fracaso de las satisfacciones sustitutivas en la formación del síntoma

La formación del síntoma puede tener las condiciones previas en el sujeto de:

1)   Abandono del autoerotismo

 

2)   La eliminación de satisfacciones sustitutivas, creando una fantasía inconciente con un determinado monto de investidura y oposición a los requerimientos del yo

En los casos de mis punzadas sintomáticas en el pecho, siempre existió dicho fracaso de las satisfacciones sustitutivas. Esas punzadas remiten al trauma inicial de mi vida del abandono de mi padre, y los temores y angustias que eso produjo, sin haber realizado nunca bien el duelo. Por ejemplo, la caída del balcón en la obra se produjo paralelamente a un aumento de mi conflictividad con Sofía, sintiendo previamente yo el dolor de que una reconciliación con ella estaba cada vez más alejada.

Precisamente a la obra la comencé en el mes de febrero de dos mil veinte, apenas regresó ella y David del viaje a Mar del Plata, al que se negó a que yo la acompañe. Durante esas semanas de ausencia yo me sentí muy solo, ya que fue la primera vez en cinco años desde el nacimiento de nuestro hijo, que no viajamos juntos y que estuve tanto tiempo distanciado de él. Yo pretendí hacer funcionar a la ampliación del hogar con el dormitorio para mi hijo como una satisfacción y consuelo ante un vínculo que se venía deteriorando más a través de los años con Sofía.

Claramente yo identifiqué la pérdida del objeto de amor de mi hijo y Sofía con mi padre también perdido en mi infancia, somatizando el dolor de ver ir deteriorándose el vínculo con mi hijo como consecuencia de no haber realizado bien el duelo con mi padre, y que esto me afectara inconcientemente.

Diferentes actividades de mi vida han funcionado como satisfacciones sustitutivas o bases de estabilidad durante décadas (por ejemplo el arte, la música, la lectura y la escritura, el estudio de la psicología y los autoanálisis, etc.)

Los síntomas afloran ante situaciones de mucho estrés, en las que estas actividades no llegan a contenerme. El punto es que las satisfacciones sustitutivas pueden ser sintomáticas o no. En mi caso lo han sido cuando busqué compulsivamente músicos o mujeres, esforzándome grandemente en comprender y luchar contra el trauma no resuelto del desprecio de mi padre desde que nací. Por eso, para lograr tener una pareja estable, y para generar proyectos grupales, primero (o paralelamente), debo desarticular dicho trauma, y realizar plenamente el duelo. Así también, la búsqueda compulsiva de mujeres funcionó como un rechazo a la castración de mi mamá, de no brindarme el suficiente cariño que yo esperé, que es el mismo rechazo que Sofía siente hacia mí, y no termino de aceptarlo del todo. Existe ahí una identificación mía con los rechazos que recibió mi padre por parte de mi mamá, y lo marginado que terminó en la vida, pero en su caso justificadamente.

A la vez, el descarte compulsivo y falta de amistad que yo genero con dichas mujeres esconde una identificación con el desprecio que tuvo mi papá hacia mi mamá, y un desafío hacia él por los “títulos de virilidad en mi bolsillo” que no posibilitó para sepultar el Complejo de Edipo.

 

Consigna de la psicóloga Margot: “El malestar y angustia por la futura muerte de mi madre”

Una de las ideas que más malestar me genera en mi vida es la de encontrarme muy solo a futuro, más de lo que ya estoy ahora. Lamentablemente yo me encargué de que mis vínculos sociales sean bastante precarios al día de hoy, sin haber cultivado una mayor continuidad, cercanía, fluidez, etc.

La angustia que sentí en un encuentro con mi madre, en un período de bloqueo libidinal mío por la paralización de la obra en un ex hogar familiar, fue por el sentimiento de desamparo que me vino al pensar que ella fuera a morirse, y lo desprotegido que quedaría yo, siendo el único familiar con quien mantengo un vínculo más cercano y amoroso, después de mi hijo.

También puede angustiarme el dolor de saber que con mi padre biológico quedó una puerta completamente cerrada en mi vida hacia un camino de amor, y verla a ella reactualiza en parte ese dolor, siendo un sufrimiento que en su momento fue compartido por los dos.

El hecho de desarticular los aspectos bloqueados de mi hombría en general es algo que lo vengo haciendo inconstantemente desde hace muchos años, con diferentes psicólogos. Y en dos de esas oportunidades fue al romper el vínculo con mis ex novias Melania y Xiomara.

Entre los aspectos de mi hombría que también necesito desarrollar, aparte de los vínculos de pareja, se encuentran la obtención de ingresos económicos paralelos a mi trabajo, mejorar los vínculos con jefes, amigos, familiares, etc.

El punto fundamental es que yo me puedo imaginar y tomar decisiones ahora que mi madre vive, para destrabar esa hombría, sin esperar a que ella muera. En cuanto a un nuevo noviazgo, nada me ata afectivamente a Sofìa, pero la coyuntura actual de mi vida no es la adecuada para buscar una nueva mujer, siendo mi hijo muy pequeño, necesitando apoyo en el habla y desarrollo, y teniendo yo pendiente la finalización de la regularización de los planos de la ex casa familiar, para poder venderla.

Es claro que el vìnculo que màs me contendría ante una situación difícil de mi vida sería una pareja estable, lo cual lleva años generar. Tal como ante los percances y dificultades de la obra, Sofìa no me dio su apoyo para nada, y mi hijo carece de la madurez como para contenerme, yo deseo estar preparado con una pareja ante cualquier futura dificultad en mi vida. La única persona que màs me ayudò con dicha obra fue mi madre.

 

De cómo se produjo la desintegración de mi familia ensamblada. Desarticulaciones de mis mecanismos de soledad

El período de mi vida en la familia ensamblada que generó mi madre se extendió desde el año 1981 hasta 1998, y fueron los años más felices de mi existencia. Es por eso que tengo sueños recurrentes (al menos cuatro al año) con el hogar que habitamos todo ese tiempo, y que recuerdo con tanto cariño. Evidentemente, siendo los sueños manifestaciones de deseos, es claro que remiten a aquel período por representar “la patria perdida de la infancia”, que ya nunca más se recupera. Lamentablemente, a partir de que mi madre se abocó a su desarrollo profesional, el grupo familiar compuesto por mis tres hermanos, mi papá y mi mamá, se fue desintegrando paulatinamente, desde el año 1994 en adelante, cuando mis padres se separaron por primera vez, y yo me lancé de lleno a mi oficio de artista, con catorce años, creando música y literatura.

Con la decisión de irme a vivir solo a mis veinte años, se profundizó un estilo solitario en mi vida, que padezco hasta el día de hoy y que me lleva a tener una vida social muy empobrecida, tanto a nivel familiar como de amistades y de pareja. Tan precarios son mis lazos afectivos, que exceptuando a mi madre no cuento con ningún adulto que pueda asistirme o contenerme en caso de necesidad, dado que con la madre de mi hijo estamos separados desde hace cuatro años, mis hermanos mantienen un vínculo distante hacia mí, y no consigo establecerme con una pareja fija desde hace bastante tiempo.

Puedo decir que desarticular los síntomas que conforman esa soledad

nociva, es la gran meta que persigo con el psicoanálisis, y la cima más alta a la que llegar a nivel humano. Y a pesar de ser mi hijo el logro más grande que generé, y de actuar como un desarticulador de mi soledad al sostener nuestro vínculo, aquellos síntomas siguen perdurando a través de los años. Sin duda que remiten a los traumas que padecí los primeros cuatro años desde que nací, ocasionados por la violencia y ausencia de mi padre, siendo el fantasma asumido por mí, de posicionarme en “Irineo, el despreciado por su papá”, una de las principales creencias inconcientes que debo vencer.

La salida del círculo repetitivo de soledad sintomática, y de falta de asistencia familiar, es generando amistades nuevas y consolidando las viejas.

Matías Castagnino 

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