COMPILACION DE POESIAS DEL LIBRO "A LA HUMANIDAD LE QUEDAN 600 AÑOS..." - MATIAS CASTAGNINO
AL NACER, LA VIDA NOS
PUEDE SITUAR EN UN LUGAR PEOR QUE EL DE NUESTROS PADRES E HIJOS
La vida me puso entre una espada y una pared tan cínica
como
cruel. Mirando hacia atrás del paréntesis en la eternidad
que
son mis días, mis padres no vivieron ninguno de los dos
una
llegada al mundo dolorosa y en guerra constante como la mía.
Y
contemplando hacia adelante la grieta en la realidad, que es mi
existencia
y cualquier otra, a mi hijo le he brindado una luz e integridad que
en
esos primeros años me faltó por parte de mi padre, y que tanto
me
marcaron.
Creo
que solamente me salvó el amor que recibí del lado de mi
madre,
y el sentido de santidad divina que puede darse a cualquier
dificultad
de la vida.-
VIEJA ARAUCARIA DE MI
CASA NATAL
Pata de elefante araucano tu especie.
Resina
de pino lo que circula adentro tuyo y te mantiene.
Pinchos
se hacen una suerte de escafandra, casi piel
que
protege tu fino cuerpo cuando crece.
Y
en lo alto: casco de soldado tu copa, igual de verde,
igual
de redondeado.
Quisiera
en verdad llegar a tu parte triste, las raíces
llenas
de sabiduría, o sacudirme como tus ramas a la ventisca.
Y
es que los dos necesitamos pinchar para hacer sentir
nuestro
círculo impenetrable. Aunque sepa que la
deforestación
acabará contigo…conmigo, vieja araucaria.
Dejaste
caer un brazo y ahora el otro se inclina
con
vendavales que arrastrarán tu cabellera.
Pero
como un vínculo secreto entre los dos, supiste
ser
imagen que perdurará por siempre. La silueta áspera
que
se traza fue historia en mis días.
Y
al terminar volverá tu olor salvaje, regresará a embalsamarme
en
años luz de distancia.-
DIGOS
Digo siete y media y se abren dos senderos: tus ojos.
Digo
calor y tu mirada me acobija.
Digo
herida y ese mirar me penetra, eclipsado en un espacio.
Digo
llave y tus pupilas se abren, cuando el asombro.
Digo
amor y los ojos me consumen.
Digo
que sos todo y brillan tus ojos, creo estrellas.
Digo
resplandor y las retinas detrás de mí, perlas verdes.
Digo
que no sé si nos encontraremos en el más allá,
y
tu mirada cae y se va en lágrimas.
Digo
destrucción y ya estoy temblando, los senderos se desploman.
Digo
que me voy y ya empiezan a extrañarme.
Digo
se acabó y caen dos párpados sutiles, pues cayó la noche.
Otro
día se fugó.-
Matías Castagnino
AHÍ DONDE LOS DOS NOS
HACEMOS UNO
Mi visión es liviana, como la de la babosa
que
se hace agua con la sal, pero nunca abandonó
la
profundidad. Tanto para penetrar las pupilas que
te
separan, y a tu universo, de la realidad quizás ilusa.
Y
así y todo, los días…y así en ellos nuestro eterno
retorno
al cauce natural que las correntadas del
instinto
surcan. Ese inmutable volver inconciente,
que
ni la sal puede cambiar.
Sólo
destellos que centellan en lo oscuro, ahí donde
los
dos nos hacemos uno.
Y
así la noche desmembra su larga pollera
sobre
nuestras cabezas, y aquí nos dejamos vivir.-
AL
CAER DE LA LLUVIA
Ventanal
entreabierto de tarde lluviosa…gris. Permanece gris.
Los
violines silban melodías desde una orquesta comprimida
sobre
el roble del anaquel; llenan el aire con gotas de cristal
acompasadas,
que explotan y luego son iglúes…Transparencia
flotante
en la alfombra líquida; moviéndose hasta estallar con
estrellas,
soles, asteroides en colisión.
Ya
toda la creación vino a mostrarse en el torrente de lágrimas.
Ya
destellan las sensaciones de unidad, convites que justifican
la
existencia.
Brisa
tenue que entra transpirando el aroma inconfundible
del
aguacero en el cemento…humedad de río cercano.
Yo
voy siendo en la sonata, me desnudo en gracia con piel
vuelta
trino.
Nada
puede preocuparme, tengo todo resuelto.
Se
carga todo de significado, danzante esencia,
y
nada merece preocuparme.
Seguramente
he creado esta escena en un pasado;
huelo
el aroma de imagen…vislumbre…deseo.
Mágicamente
entró al cuarto eso que perdura intacto…
inconmovible,
inmutable de eternidad entre carne, hueso y venas.
Misterio
que al fin me dio cielo tajeado
con
claroscuros de sol saliente y la misma inspiración
en
igual circunstancia, que deja saberse constante hasta el fin de los días.
La
idea bajó por tanzas al papel arriba.
Me
adelanto, veo bastante más amplio
y
vuelvo a transformarme en vibración.
¿Quién
osará arrebatarme el brillo, fragor que
destilan
los vapores del sufrimiento?
Corriente,
has fluido por el cauce de tu río invisible
bajo
un puente hecho de este ser en alambiques
que
hoy me devuelve a exacto lugar…sentir.
Que
junto con quien entrara al cuarto
tras
caminar y devenir,
devela
abierto aquel espíritu perdido,
en
adolescencia nacido, cuando ardiente acometía
la
pasión de hacer mi arte mejor que nadie,
revolución
rafagal…gozo ante el anhelo de perfección,
por
cierto mucho más hondo entonces.
Pues
he descendido concientemente a un infierno del éter,
prisión
de la sangre sin motín ni guardiacárcel;
enrejado
de olvido y desamor.
He
caído en un desliz
a
lo más bajo de esta carne
sólo
para despertarme, alivianar otros lastres
y
salvarla al fin con miel y terciopelo,
del
que fuera y es culpable,
encantado
por el mal.
Lluvia
que cedió ante el fuego de esta letra.
Gotas
colgando de la reja en guirnaldas
preparadas
para caer.
El
que entró y su compañero olvidaron
cerrar
la puerta, entornada ahora.
Ya
partieron, pero no así estas prendas que de nuevo
he
vestido, de una vez y quizás para siempre.
No
hace falta continuar la línea tintórea
si
es que bien cruzó el pecho,
dejó
registro, dio vergel.-
ENCARNANDO AQUELLO DE
LO ESCRITO
Y trajo al cuerpo todos aquellos viejos temores, las heridas del alma.
Y
por no estar dispuesto a perder, riesgo de involucrarse,
desdeñó
endebles pares de opuestos, divino enfrentamiento,
neutralización
y neblina.
Y
tan pobre en las cadenas, ha desperdiciado una oportunidad
más
con lo liviano, las luces…
Valle
sombrío…iridiscencia en la noche entrante.
Porque
letra viva, viva muerta,
sabe
de mentir igual que ser sincera. Dio en volverse
trampa
palabra, refugio cobarde de un dolor anterior
en
resabios también.
También
silente, atravesando el aire, terminará
encarnando
quizás aquello de lo escrito, cual premonición
en
potencia, rastro tenue del destino.-
ELLAS SON ELLAS
El portal se abre
y ella salió en desabillé
suave de manos.
Ella, ellas...un vergel destinado a endulzar
con sabiduría y mensajes del porvenir.
Ingenua la mirada, tierna la intensión.
Un instinto que parte las rocas.
Sobrecarga de actividad
para evitar el dolor de la ruptura.
Honor al diálogo aún en el caos.
Nervios de menstruación
de dietas.
La inscripción genética del sometimiento
y una cierta pena en el habla
por los estragos de la naturaleza al cuerpo.
Ibas como abriendo el aire
suavemente en tu andar
con tránsito lento misterioso
con bastardeado orgasmo.
Nosotros esperaremos llegar
a las cosas simples de la vida como anclas
como ellas.-
LA PROXIMA VEZ SERA
Cuando me pregunten por el amor,
hablaré
de vos; de que no se ara ida y vuelta
la
planicie cambiando de buey.
Peligra
el exceso de miel envenenar
con
dulzura la sangre, lo oscuro de lo bueno,
el
silencio de la melodía.
Vi
al muchacho especulando el ramillete
en
la punta de los dedos,
sobre
la hoguera de corazones.
Pensó
escribir en la piedra del umbral
lo
que le dictaba la piel, pero rehusó.
En
verdad, ¿quién tiene certeza de la unión final,
complemento
perfecto de las partes?
Eso
que Dios también ha unido
y
se separará luego.
Toda
la eternidad buscándose, por vidas enteras quizás
en
pos de la intersección que selle el lazo,
que
se encontrarán por cansancio
y
por la atracción última.
Alguna
orquídea habrá
en
la solapa de la división.
Será
distanciada la evolución del sol y la luna
que
antes eran uno. Sol tu luna…sol tu luna.
El
eclipse corre por cuenta de la providencia
y
aquí seguirá el muchacho regando de pétalos
veredas,
que el viento arrastrará allí donde
raya
el día sus primeros celestes y termina la noche.
Mientras
el universo se sigue yendo
y
sus residuos de estrellas también,
y
el cambio partió para darle paso al cambio
que
ya no es.-
VEO TU SOMBRA VENIR
Veo tu sombra venir desde el horizonte, vagabunda…
Sentí
los pasos y supe que era ella, pronta a descansar en mis palmas.
Las
hojas revolotean sobre la vereda
en
remolinos que danzan con sus trompos,
para
perderse allá donde el suspiro de la ventisca
que
nunca dejó pasar la cordillera.
Nunca
dejamos de ser sombras perdidas,
como
hojarasca a merced de la ventolera.
Y
así agujas se perfilan hacia números en muñecas
por
venas perforadas, y ahí se instala el jugo de lágrimas
que
dobla hasta al más duro.
Y
así se desdibuja tu imagen como vista tras el cristal
de
la botella que deforma lo más puro.
Esta
noche da su música de grillos que cantan en coro,
y
ladridos desafiadores. Disfruta de su sarcasmo de
guapos
que terminan por la pólvora, y yo frente al cenicero
en
la mesa, con tu sombra al lado.
Ella
pende de mi pecho con un clavo
y
sabe ser ventana en mi esternón,
mostrando
cada sucucho escondido.
Cada
herida se abre ante su presencia:
asoman
las entrañas.
Y
ella siempre ahí, tan sin forma como
la
mancha de humedad en la pared.-
Matías Castagnino
VARADO EN LA FRONTERA
CON BRASIL
Aquí es que estoy, con el sentimiento
que
ha recibido el nombre de “espera”.
Aquí
pareciera, pero mi cuerpo se encuentra
en
el banco que lo sostiene, y mi mente en el papel
con
sus pies, reposando sus manos
del
otro lado de la frontera.
Quien
dispusiera el trazado estéril de límites en la tierra
no
ha previsto la ansiedad de un turista sin pasaporte,
entrando
por coima a su propio país,
aguardando
bajo el sol a dos amigos…
al
colectivo treintaicuatro cuarenta.
Cruza
un pensamiento, fina aguja
desde
algún lugar y sin permiso.
Pasa
por mí, me atraviesa y deja una estela serpenteante.
Logro
descifrar el mensaje entrelíneas:
debo
crecer, luchar hasta agotar toda fuerza.
No
puedo dejar pasar ningún llamado…
Posponer
cualquier oportunidad que aumente
el
brillo es un crimen individual y colectivo.
Todos
somos algo criminales…
Es
poco el tiempo de mi longeva vida,
gota
en la inmensidad de lo creado
y
de antes también. Soy modelable a cualquier
expresión
del espíritu en cualquiera;
soy
esponja a la vez que goteo el jugo.
Una
paloma baja a mis pies…no necesita más
que
alguna migaja para ser feliz.
El
sol extiende su manto dorado
sobre
las pieles de los vendedores
ya
curtidos de esperanza errada,
de
rechazo o indiferencia, que es peor.
La
espera puedo pulverizar ahora que la palabra
ha
entrado y el encuentro carece de sentido,
pero
sólo por lo que dure esta ráfaga;
porque
he venido aquí para detenerme en las
luces
y en la piedra, pero no a costa de alejarme
de
la carne, de la tierra, si es que con ella circula mejor el caudal.-
EPISODIOS DEL FUEGO
Todas las posibilidades de lo que podría haber sido mi vida
son realidades
paralelas que también existen, y todas evitadas,
para traerme hasta
esto que soy hoy; tanto las alternativas ruinosas
como las lumínicas.
Vaya a saber quién habrá encarnado esas
posibilidades que dejé
flotando y evité…
¿Quién se queda con el
perro?, se preguntaron los dos antes de
separarse.
Las segundas partes
nunca son buenas, y nada más tierno que
una pareja de
ancianos.
Mi gloria crepuscular
y el prontuario de la luciérnaga.
La vida es don. Amar
es darse, y a-mor significa “sin muerte”.
Tienes demasiado y
demasiado poco. Serás labrada por una
búsqueda sin tregua.
Acción y materia prenden la chispa divina.
De lo divino, única
realidad, la criatura sólo puede sufrir la
ausencia o intuir la
presencia. Que la intuición sea tu guía.
Necesitamos arder; el
ardor del fuego sagrado espiritual.
Sembrar en cada uno
una simiente de fuego para arder.
Un buen maratonista no
agota sus fuerzas al comienzo
de la carrera. El obstáculo
también confiere fuerza. A mayor
obstáculo, mayor
confianza en tu fuerza. La grandeza de un
obstáculo no es
castigo, sino confianza.
El ruido de las cosas
cuando caen…Bajo todas las formas de
la frialdad, el
ligamen quebró. Luego corta, luego une,
luego repara. Que el
odio no haga carne en nuestro corazón.-
ESPERANDO EL AMOR
CASUAL
donde
siempre anclar en un bar, del lado de la mesa donde
más
gente se pueda apreciar de frente, de las que pasan por la vereda.
Y
en estas butacas de cine callejero, un reducto fijo,
un
ojo contemplador tras los cristales que separan el celuloide
móvil
animado por gente, autos, semáforos, recorridos de colectivos,
como
otra realidad traspasando el vidrio.
Soy
un diseñador con la espada hecha lápiz y escudo de papel,
pero
aceitando la mayor de las armas: la mente. Soy un creador
de
expectativas pensando lo dificultoso: un nexo de conexión entre
el
color que llevan mis días a cuatrocientos kilómetros de aquí y
esta
ciudad, buena en principio, dudosa en el fin.
A
lo difícil más dificultad puedo agregar, con el ansia por momentos
desesperada
tras un nuevo amor, pero verdadero. Nadie mejor que
grandes
soñadores para parapetar en la imaginación encuentros
ocasionales,
repentinos, quizás ardientes pero misteriosos, y por
siempre
eternos; los que parece están demasiado altos
para
las enanas de aquí.
La
idea fugaz de que la muchacha que entra al bar, de pelo enrulado,
sintonice
sentándose en la mesa contigua enfrente mío, se
desmorona
al ocupar un lugar tras mis espaldas, llegando unos
minutos
después su intento de acompañante.-
ESPERA IMAGINARIA
Digno atardecer de su octubre pálido desde la vidriera para allá.
El ramillete asoma en la punta de los dedos
y arremolinándose
un manojo de pensamientos surgen
cortando el hilo maravilloso de la nada.
Niña pasa y se le escapa el pañuelo carmín desde su pelo
danzando en el aire un dibujo misterioso del viento su contorno.
Yo sólo espero por el encuentro de las cinco en gris...
tan puntuales como estacas
implacables las agujas del reloj.
Ya no más alternativas que aguardar los contrastes de los blancos y los
negros.
Gris amor.
Melancolía,
anhelo que arremete la cabellera de árboles tu otoño.
Sin despojos la madera habrá de avistar otra estación
que la hace parte en su seno sin querer,
como la vida a los hombres y el mar al pez.
Brisa,
suave brisa que después será lluvia
ya en el vidrio del café ya sin reunión antes pactada.
Y gotas van juntándose
y arrastran a otras en su caída serpenteante,
frenada y de vuelta precipitándose.
Entran gentes con el rostro de ella, desnuda de terciopelo.
¿Alguno será conciente de las gemas del momento presente?
Lo eternal reposa en la mesa
y no es nada más que una taza de café que nadie beberá.
Borras del desencuentro,
suave humo de un inesperado devenir.
Se ha embalsamado el tiempo y todos sus ilusos.
No queda más que pasar entre las mesas
de regreso al living de casa,
del televisor que empieza a mostrar la historia de un café
y la espera nefasta que no fue.
Solamente
debo contemplar la secuencia:
ese otro observador tiene las marcas de la gota gorda
en los poros que su mirada refleja tras una jornada agotadora.
Mente sola
he de encarnar esa piel también mía.-
ALGUNAS
NEUROSIS JUNTO A MI NOVIA ODESSA
Cada vez que nos sacábamos de nuestras propias trincheras
de aislamiento, enseguida le
pasábamos la cuenta al otro
con una guerra bastante álgida: o
buscar pelos en la sopa
para estallar; o provocar con
actitudes, etc.
Yo pretendía inconcientemente
generar una pausa, un vacío,
un espíritu neutro y sin
interacción con Odessa durante mi
aislamiento. Como pretender
invisibilizarla para no verme
afectado por ella y amenazado
ante la salida de mi trinchera
cueva, donde me sentía protegido.
Tus escaladas de violencia son la
impotencia interna de no
sentirte comprendida, con la
reactividad que eso produce en
vos. Sentir que no comprendo que
ante supuestos aislamientos
o rechazos mìos, te ves
nuevamente amenazada como cuando
eras niña, a quedarte abandonada
por tu padre que viajaba o
por tu madre que nunca maternizò
bien con vos, tratándote como
a una adulta cuando apenas eras
una piba.
Al fin de cuentas creo que nos
buscamos para contrarrestar nuestras
pulsiones de muerte o Tanatos,
que son muertes muy especìficas,
Y nuestro organismo defendiéndose
contra todas las amenazas de
muerte que no sea la que nos
corresponde.
Yo te desviaba de tu pulsión de
muerte natural (tu apego al trabajo),
y vos de la mìa (mi aislamiento),
pero a costa de que Tanatos reaccionara
con agresión por ya no poder
matarnos, y exponernos a lo nuevo
que cada uno nos proponíamos al
otro.
Se trata de tolerar los embates
mutuos de nuestros inconcientes,
que se turnan como en una
guerrita para expresar lo mucho
que nos marcaron las parejas
anteriores, el temor al abandono;
los descuidos de nuestros padres.
A veces me pone mal pensar que
nuestro hijito estè viviendo
quizás con nuestras peleas,
situaciones màs hostiles que los
niños refugiados o sometidos a la
inmigración ilegal, que al
menos cuentan con el amor de sus padres.-
Matías Castagnino
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