martes, 1 de abril de 2025

"SIEMPRE HAY ALGO" - MATIAS CASTAGNINO - CIUDAD DE ROSARIO - AÑO 2013

 


CON UN HIJO

La única manera de remover bien nuestros egoísmos

de conejo tras la eterna zanahoria, es con un hijo. Se

logra transmutar, en buena parte, el peso infame de

nuestra niñez que absorbió las peleas de nuestros padres,

con un hijo.

 

Es con la progenie que traspasamos virtudes y miserias

en la forma más eficaz, y el ancestral impulso de vida

nos renueva. Me identifiqué con mis padres como en un

espejo sanguíneo; y a la impulsividad o acción reactiva

tuve que edulcorarla con la oración.

 

Cortocircuitos emocionales de los hijos del divorcio,

del “no hacer” también como actitud reactiva. El

adversario pretendía llevarme por los mismos caminos

negros de mi padre, y embarazos conflictivos que

manchan a inocentes desde antes de nacer.

Después de todo, decidí buscar un hijo para ponerme

entre la espada y la pared del compartir, de dejar de

ser yo el centro de mi vida.

 

No sabemos por el mérito de cuál de nuestros hijos

completaremos el camino fino para llegar al paraíso.

La mejor herencia para dejarle a un hijo es el cultivo

de las flores del cielo.-

Matías Castagnino 


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